Si alguien se interesa por el ideario de la Asociación, facilmente podrá descubrirlo como base de nuestra identidad en la Presentación. Sin embargo, desarrollaremos aquí un pilar fundamental para nosotros que explicita nuestro ideal: la Promesa.
La Promesa que hacen los jóvenes de la Asociación de la Inmaculada y San Luis Gonzaga es un compromiso frente a Dios Trinitario, la Virgen Maria, los Santos y Ángeles y sus superiores y hermanos. Este compromiso, que a la vez compendia el ideario de la Asociación, se resume en tres amores:
Sobre estos 3 amores se cimentaran todas las obligaciones que tomará el prometiente:
Finalmente, todo el texto de la promesa se resume en el lema que ha expresado el ideal de la Asociación desde su fundación: POR CRISTO, POR MARÍA, POR ESPAÑA, MÁS, MÁS Y MÁS.
Para poder realizar la Promesa se necesita ser buen católico que comparta el ideal expresado en la Promesa, dispuesto a trabajar en el seno de Asociación y siendo consciente del compromiso que se toma en el momento de realizarla.
Puesto que implica un compromiso y fidelidad a la Asociación, se recomienda encarecidamente a los interesados rezar y meditar bien el texto de la Promesa y hablar con su director espiritual y con sus padres y familiares, antes de tomar una decisión.
Si finalmente el interesado resuelve hacerla, deberá solicitar permiso al Presidente de la Asociación para realizarla de forma pública en el Templo Expiatorio Nacional del Sagrado Corazón, en el Tibidabo, Barcelona, el 24 de junio, festividad del Nacimiento de San Juan Bautista.
La Promesa se realiza del siguiente modo:
A continuación, citamos el texto completo de la Promesa, compuesto por nuestro fundador el P. José Mª Alba Cereceda, S.J.
En presencia de la Santísima Trinidad, de la Santísima Virgen María y de los Ángeles y Santos del cielo, y ante mis superiores y hermanos de la Unión Seglar,
PROMETO
Amar a Dios sobre todas las cosas y levantar sobre ese amor toda mi vida, mis pensamientos y mis acciones.
Defender intrépidamente la Fe católica y los derechos de Dios, sin temor a quedarme solo en su defensa, esperando mi fortaleza del Sacramento de la Confirmación con el que fui ungido.
PROMETO
Amar sin reserva a España, mi Patria, la nación de eterna Cruzada, relicario de santidad, sublime escuela de tradiciones.
Entregarme a su servicio, estudiar, conocer y amar su Tradición y trabajar hasta el último aliento de mi vida, para que sea una realidad en ella el reinado social del Sagrado Corazón.
PROMETO
Exigirme sin contemplaciones el cumplimiento de mi deber, ser incapaz de pactos con sacrificio del ideal.
Vivir en hermandad con todos mis compañeros y entender la amistad y el amor como el más generoso y noble servicio al ideal.
PROMETO
Vivir con humildad y alegría mi juventud y señalarme por el celo apostólico entre los jóvenes.
Aceptar con gratitud las enseñanzas y mandatos de mis superiores encargados de mi formación, y serles fiel, disciplinado y leal.
Enorgullecerme siempre de mi religión, de mi Patria, de mis padres, de mis compañeros del Centro y de ser miembro de la Unión Seglar y de la Asociación Juvenil de la Inmaculada y San Luis Gonzaga.
PROMETO
Honrar la memoria de los mártires de España que ofrecieron su vida por una España católica.
Seguir sus pasos hasta el sacrifico supremo y el martirio si preciso fuera, y luchar contra las sociedades secretas y la masonería, así como contra el liberalismo, el socialismo y el comunismo, enemigos del Reino de Dios.
PROMETO
Alimentar mis días con la consigna:
POR CRISTO, POR MARÍA, POR ESPAÑA, MÁS, MÁS Y MÁS.
Así espero cumplirlo con la gracia de Dios y la maternal protección de la Virgen Santa María.